viernes, 28 de diciembre de 2007

Timbiriche cerró definitivamente una de las mejores etapas en la historia de la música pop mexicana

Estrellas y Estrellados

GUADALAJARA, JALISCO (MÉXICO) — Después de cientos y miles de admiradores coreando sus canciones durante décadas, después de un exitoso reencuentro, giras y presentaciones, el grupo mexicano Timbiriche se despidió definitivamente de sus seguidores el pasado sábado 15 de diciembre, escogiendo la ciudad de Guadalajara, Jalisco y la arena Vicente Fernández Gómez o VFG para decir adiós para siempre a todos sus fanáticos.
Sasha, Diego, Alix, Erick, Mariana y Benny decidieron después de mucho planearlo que la perla tapatía sería la ciudad adecuada para decir adiós a su más reciente reencuentro del cual se maneja será el último y definitivo, es decir, ya nunca más se les volverá a ver juntos como la agrupación Timbiriche.
Al filo de las 8:30 de la noche, la arena VFG parecía reventar, los coros y latidos del corazón se hacían más fuertes conforme iba pasando el tiempo, las entradas estaban agotadas desde muchos días antes y dentro del recinto no cabía una persona más.
Poco después de las nueve de la noche la gente empezaba a silbar, la adrenalina subía minuto a minuto, todos anhelando emprender ese largo y majestuoso viaje al pasado, para el que habían comprado un boleto con muchísima antelación.
De un momento a otro las luces se apagaron y en las pantallas se pudo ver a Benny solicitando un poco de atención, "ahora que ya todos somos adultos, podemos mezclar Timbiriche con una campaña en pro de la donación de órganos, así que Sasha, Alix, Mariana, Erick y Diego nos invitan a reflexionar al respecto".
Fueron las únicas palabras que se mencionaron y las suficientes para que el público explotara y sobre todo para que la fiesta comenzará ya que tras escuchar los primeros acordes musicales el público vibro y la fiesta comenzó, precisamente con esa canción "Y la fiesta comenzó", para de ahí ligarse a "Llegó la banda".
El espectacular concierto no tenía edades ni clases sociales, todos eran una sola voz, una sola generación: la generación Timbiriche.
Mientras los Timbiriches que se encontraban arriba del escenario se encargaban de prometer una gran noche, los Timbiriches que estaban frente a ellos, llenando los más de cinco mil espacios, se preparaban para entonar a una sola voz todas y cada una de las canciones interpretadas por el fenómeno Timbiriche.
El público enloqueció cuando Erick dijo "Vamos Guadalajara, dame más Guadalajara", mientras que los mexicanos, en su mayoría tapatíos, coreaban junto con él "Princesa tibetana". Minutos después Mariana recordó que todos sus besos se hicieron de cenizas, para así inmediatamente todos morir lento al escuchar a Diego, Mariana y Alix entonando el último de los éxitos que los inmortalizó.
Tiempo más tarde Erick pidió recordar el "Amor primero" y los Timbiriches del público entonces entonaron "Iremos Juntos" al mismo compás que los Timbiriches del escenario.
Pero el viaje anticipado no terminaba ahí ya que Alix hizo recordar a sus aficionados que no importa la edad ya que aún sigue siendo difícil el tiempo para amar y de ahí los fanáticos corearon "Soy un desastre", después apareció Benny interpretando "Mama", tema que hizo llorar a más de uno.
En el viaje al pasado se experimentó desde alegrías, llantos y hasta carcajadas ya que tras la interpretación melancólica de Benny, siguió la misma línea del recuerdo y la tristeza con "Hoy tengo que decirte Papá", interpretación que hizo recobrar la fuerza y las agallas para que el público cantará más fuerte.
Después de la etapa melancólica, aparecieron temas como "Corro, vuelo, me acelero", "Ojos de miel", "Soy terrible", "Tu y yo somos uno mismo", "El gato rockanrolero", "La vida es mejor cantando", "No me canso de rockear" y sobre todo "Con todos menos conmigo", tema con el que se despidieron los Timbiriches, pero sólo por un momento ya que todos sus fanáticos coreaban a una sola voz en toda la arena que interpretaran el tema "México".
Minutos después de su despedida, cinco personas en el escenario oscuro hicieron que la adrenalina volviera a los presentes quienes hicieron una pausa, pues los acordes de otro juego, un juego no extraño pero si ajeno a ese momento se alcanzaron a escuchar.
Excelente sorpresa que tenían preparada, los acordes hablaban de un juego de colores llamado "Parchis", interpretado por la corista del espectáculo, para que después entraran los ídolos de los niños de los ochentas a cantar una serie de canciones que nadie esperaba oír: "Las mil y una noches" de Flans, "Tengo roto el corazón" de Kenny, y los bajos electricos en voz de Alix con "Barco a Venus" interpretada originalmente por Mecano, después le toco el turno a Erick con "Persiana americana", tiempo más tarde Mariana con "La muralla" de Enanitos Verdes, después entonaron todos juntos "Claridad" de Menudo y muchas más que ayudaron a completar el majestuoso viaje al recuerdo.
Después de tanto grito, canto y hasta desmayo, el concierto tuvo que terminar al son del tema "México", donde la memoria del recuerdo, que duro unas cuantas horas, y la adrenalina que invadió a todos los ahí presentes, tenía que llegar a su fin: un fin mágico e histórico para la memoria de muchos.