viernes, 11 de enero de 2008

Famosos vemos... Caprichos no sabemos


Por Amisaday Loza
Estrellas y Estrellados

A los famosos les gusta sentirse privilegiados, mimados, diferentes al resto de los mortales y se encargan de dejarlo en claro con peticiones y antojos que difieren mucho de lo que llamaríamos "normal".

Hay de todo. Exigencias en cuanto al cuidado personal, higiene, comidas, espacios en los que habitan y muchas cosas más.
Y como son estrellas y tienen dinero para pagar sus caprichos, hacen que todo se les ponga a sus pies.

Es por eso que a continuación te mencionamos a algunas estrellas y sus caprichitos.

Michael Jackson, en su gira por Argentina pidió que se le llevara al hotel donde se hospedaba una máquina de Pinball.

En su viaje por Bogotá, Colombia, JLo y Marc Anthony exigieron en su contrato que se cerrara un centro comercial para ir de compras, para así no ser molestados por la gente y ser hospedados en una zona alejada del ruido.

Se dice que Alejandro Sanz no entra en un camerino si no tiene grandes cantidades de cerveza.

Madonna pide entre muchas otras cosas, cantidades exageradas de agua mineral francesa.

Paulina Rubio en su visita por Perú pidió una lista interminable de caprichos, entre los que se destacan un camerino de 40 metros, agua mineral en tres temperaturas diferentes, sushi del mejor, vitaminas azucaradas y toallas blancas perfumadas. El final de su estadía resultó ser pesada ya que el colmo fue cuando pidió bandejas de queso francés para su perra Miranda.

Luis Miguel es otro de los más exigentes ya que cuando está dando conciertos en la habitación de su cuarto de hotel o camerino pide cortinas negras para que no entre la luz. En su camerino debe haber agua embotellada, bebidas energizantes, carnes frías, fruta, tequila, vodka y whisky y siempre se hospeda en la suite presidencial en la cual debe de haber toallas totalmente blancas, velas con olor a vainilla, bicicleta para mantenerse en forma, un chef que le cocine comida turca y ensaladas exóticas.

Bill Gates quien fuera el hombre más rico del mundo se compró su propio avión de 21 millones de dólares y gastó 30.8 millones de dólares en uno de los manuscritos originales del artista italiano Leonardo Da Vinci.

Algunas veces puede parecer exagerado lo que las estrellas llegan a pedir en cada una de sus presentaciones artísticas o en cada una de sus visitas a algún lugar, que saben se dignará con su presencia. En fin, esta es sólo una pequeña lista de los más exagerados caprichosos del mundo del espectáculo.